Estamos en la recta final del 2011, un par de semanas y concluimos este año, que para mi no tuvo absolutamente nada bueno, es más, ni malo... fue irrelevante. Pero ya hablare de eso luego.
Mis pensamientos en este momento me llevan a darme cuenta que no hice nada bueno este año, ni el anterior, y que si sigo así probablemente tampoco haré nada el que sigue, y con eso de que dicen que el 2012 es el año del apocalipsis, quesque van a venir los marcianos y nos van a conquistar mientras el mundo es destruido por fenómenos naturales a causa de la contaminación y bueno... pues resulta que me iría de este mundo sin haber hecho nada por mi vida ni la de los demás.
Y es que esa flojera que me caracteriza, esa impuntualidad, desorganización... me están llevando al carajo. Es una cosa muy complicada, porque cuando llevas toda tu vida siendo de esta manera, no es fácil cambiar, por más que quieres.
No sé si estoy creciendo y con mis 19 años me empiezo a dar cuenta que mi valemadrismo no me va a llevar lejos. Mucho menos me van a llevar a hacer el Máster en Comunicación y Moda de 9mil euros en España. No señor, no así.
Y de que sirven los planes que hacemos? Las metas a largo plazo? En muchos pueden servir como incentivos tal vez. En mi de absolutamente nada.
Este semestre en la Facultad logre librarla de puro milagro, y gracias a que la mitad de mis maestros no calificaron de la manera que debían y me pasaron hasta con 100, de lo cual no estoy orgullosa porque se que no me lo merezco.
Hasta hace un tiempo no me consideraba una persona creativa, hoy me di cuenta que no soy tan mala en realidad, lo que pasa es que siempre que empiezo algún proyecto lo dejo a medias. Un buen ejemplo, este blog en el cual no escribo desde hace 3 meses y solo tiene 4 entradas. Porque me aburre, porque me da flojera, porque sufro alguna crisis emocional y creo que nada me saldrá bien, en fin las razones pueden ser miles, pero ninguna es buena, son solo pretextos; es autosabotaje.
Y entonces... decidí cambiar. Que si lo voy a lograr? No tengo idea, pero no pienso desconfiar de mi, ni darme por vencida antes de empezar. Sí, empiezo un proyecto, y es modificar todo lo que vengo haciendo mal, para que me empiece a ir bien. Y espero no dejarme a medias.
