Llegan sin avisar y asi mismo se van. Son incomprensibles y duelen como si hubieran estado ahí siempre.
Asi eres tú, atemporal, así lo fue él, y quien sabe, tal vez así serán todos mis amores.
Siempre he creído que nací en la época equivocada. Tal vez en otra época, en otro siglo, nuestras almas se encontraron ya, y coincidieron en el lugar y hora exactos, y nos amamos tanto, que es imposible que nos volvamos a amar, tal vez moririamos de amor, tal vez yo morire de amor por no poder tenerte en esta vida, por haberte amado tanto antes.
Pero yo se que eres tú, desde el primer momento que te vi, tus caricias no eran extrañas, eran cálidas y familiares. Y al ver tus ojos, al escuchar tu risa, y tu voz... esa voz!
Repito una y otra vez tus palabras en mi mente, que más da cuanto tiempo te tuve?, y que si fue un año! y que si fueron 3 días!, eso es lo de menos, porque cuando estas frente a la persona indicada, tu simplemente lo sabes.
Y no soy de las que olvidan fácil, y así nuestra historia haya sido breve, así haya sido imposible, por las razones que sean, ya no me importa; puedes estar seguro que no te olvidaré, aquí seguiré esperando que te des cuenta que te equivocaste, que podemos ir en contra de las circunstancias, y en contra del tiempo que nunca me favorece.
Tal vez necesitas seguir tu camino y yo el mío, necesitas equivocarte y aprender, caer y levantarte muchas veces más, y cuando sientas que estas al borde, yo estaré ahí para sostenerte. Y tal vez ese será el momento. Tal vez no serás más un amor atemporal.
Amores atemporales esos que llegan cuando ya tienes a alguien y crees que todo esta bien, y después al conocerlos te das cuenta que era precisamente lo que te faltaba para ser feliz, pero no están en el momento indicado. O los que llegan cuando estas completamente roto, cuando todo va mal, y aunque deberían ser tu salvación, estas demasiado decepcionado para entregarte a ellos, y los pierdes.
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